Cómo Ser un Refugio para Tus Hijos
Por John Piper Sobre Crianza de los
Hijos Una Parte de la serie Taste & See
Parte de la respuesta es que el “temor
del Señor” significa temer deshonrar al Señor. Lo que a su vez
significa temer desconfiar del Señor. Lo que finalmente significa temer tenerle
miedo a lo que el Señor te ha prometido que te ayudará a superar. En otras
palabras, el temor del Señor es el gran destructor del miedo.
Pastor John
Traducción por Natalia Pedrosa Garcia
Proverbios 14:26 (Biblia de las
Américas (1997)
"En el temor del SEÑOR
hay confianza segura, y a los hijos dará refugio”.
Si papi tiene miedo, ¿dónde se puede
amparar un niño? Se supone que los papás están seguros. Se supone que saben qué
hacer, cómo resolver los problemas y cómo arreglar las cosas y, lo principal,
saben cómo proteger a los niños del dolor. ¿Pero que pasa si un niño ve miedo
en el rostro de su papi? ¿Qué pasa si papá tiene tanto miedo como el niño, y no
sabe qué hacer? Entonces el niño se siente totalmente angustiado y siente
pánico. Siente que el único amparo fuerte, bueno y digno de confianza ya no es
seguro.
Pero si papi tiene confianza, entonces
los niños tendrán un refugio. Si papi no se alarma, sino que está calmado y
tranquillo, se pueden caer las paredes, y romper las olas, y todas las
serpientes pueden silbar, y rugir los leones y soplar el viento, pues todavía
habrá un lugar seguro en los brazos de papá. Papi es un refugio, siempre que
papi tenga confianza.
Es por eso que Proverbios 14:26 dice
que “a
los hijos dará refugio”, si papi tiene “una confianza segura”.
La confianza de papi es el refugio de sus hijos. Papás, la batalla para tener
confianza no sólo trata de nosotros, sino de la seguridad de nuestros hijos. Se
trata de su sensación de seguridad y felicidad. Se trata de que si crecen
preocupados o con una fe firme. Hasta que los niños lleguen a conocer a Dios de
una manera profunda y personal, nosotros somos la imagen y la representación de
Dios en sus vidas. Si estamos confiados y somos dignos de confianza y seguros
para ellos, tendrán muchas más probabilidades de dirigirse a Dios como su refugio
cuando les azote la tormenta más tarde en la vida.
¿Entonces cómo podemos tener una “confianza
segura”? Después de todo, también nosotros somos niños pequeños, potes
de arcilla, débiles y rotos por la lucha contra la ansiedad y las dudas. ¿Es
una solución poner la mejor cara que tenemos y ocultar nuestro yo verdadero?
Esto conducirá, en el mejor de los casos, a una úlcera, y en el peor, a
una duplicidad que deshonra a Dios y
provocará un rechazo en los adolescentes. Ésa no es la respuesta.
Proverbios 14:26 ofrece otra
respuesta: “En el temor del SEÑOR hay confianza segura, y a los hijos dará
refugio”. Esto es muy extraño. Dice que la solución al temor es el
temor. La solución a la incertidumbre es el temor. La solución a la duda es el
temor.
¿Cómo puede ser esto?
Si el Señor dice, “No temas, porque yo estoy
contigo; no te desalientes, yo te ayudaré” (Isaías 41:10), entonces es
un acto temeroso preocuparse por el problema con el que Él dice que te ayudará.
Temer ese problema cuando Él dice, “No temas, yo te ayudaré” es un voto
de desconfianza en contra de la palabra de Dios, y esto es una gran deshonra
para Dios. Y el temor del Señor tiembla ante tal deshonra a Dios.
Si el Señor dice, “Nunca te fallaré ni te apartaré
de mí”, entonces tú puedes decir con confianza, “El Señor es mi Salvador, no
tendré miedo; ¿qué puede hacerme el hombre?" (Hebreos 13:5-6) – si
el Señor te dice eso, entonces no tener confianza en la presencia y la ayuda
prometida del Señor es una forma de orgullo. Coloca nuestra consideración sobre
el problema por encima de la de Dios. Por eso leemos las increíbles palabras
del Señor en Isaías 51:12, “Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú
para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es
como heno?”
¿Quién eres tú para temer al hombre,
cuando Dios ha prometido ayudarte? Así que temer al hombre es orgullo. Y el
orgullo es todo lo contrario del temor de Dios.
Entonces sí, el Proverbio es verdad y
una gran ayuda para nosotros. Teman a Dios, papás. Teman a Dios.
Teman deshonrarle.
Teman desconfiar de él.
Teman poner su evaluación del problema
por encima de la de Dios. Él dice que puede ayudar. Él es más inteligente. Él
es más fuerte. Él es más generoso. Confíen en Él.
Teman no confiar en Él.
¿Por qué?
Él trabaja para aquellos que esperan
en Él (Isaías 64:4).
Él resolverá el problema.
Él rescatará a la familia.
Él cuidará de los más pequeños.
Él cubrirá sus necesidades. Teman no
creer eso. Entonces sus hijos tendrán un refugio. Tendrán a un papi que tiene
“una confianza segura” – no en él mismo, sino en las promesas de Dios, delante
del cual tiembla si no confía en Él.
Aprendiendo a temer al Señor por el
bien de mis hijos,
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