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Mostrando entradas de febrero, 2011

¿Sabes Cómo Luchar Espiritualmente?.

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Querido hermano: Vivimos en un mundo de constantes cambios. A diario se suceden cambios radicales a nuestro alrededor que afectan nuestras vidas. Entre los cambios que más nos afectan se encuentran los valores éticos y morales: * La infidelidad conyugal y el divorcio son cada día más aceptados. * El engaño en los negocios se considera algo normal. * El libertinaje y la mentira se ven como alternativas naturales en la vida. * El cine, la televisión, los libros, revistas y otros medios —todos ellos reflejan cambios en los valores tradicionales. Estas normas se han hecho sentir aun en la iglesia. Es por eso que como verdaderos hijos de Dios debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo debe vivir un cristiano en medio de un mundo lleno de cambios como éstos? Los cristianos debemos estar seguros del estilo de vida indicado para un hijo de Dios frente a esta cultura moderna sin Cristo. Debemos separarnos del estilo de vida del mundo y conformarnos al que Dios ha establecido. Recordemos

Refrigerio para el alma

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Su Palabra es el refrigerio que necesita nuestra alma día a día para seguir adelante. Algunos bellos versículos que animarán nuestro corazón en el día de hoy. Dios es Consuelo. “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques.” Salmos 84:5-6 “El oro tiene que ser metido en el fuego purificador, antes de que pueda ser moldeado o martillado en un ornamento de belleza para el Rey” Dios es Descanso. Podemos poner en El todo nuestro ser y descansar en que Él tiene el control. Mateo 11:28 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” 1°Pe. 5:7 Dios es Paz. Filipenses 4:6-7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. La ansied