Detrás de un gran hombre hay una gran mujer orando por él
¡Bendice a tu marido,
orando por él! El apóstol Pablo instruyó a los cristianos a orar los unos por
los otros (Efesios 6:18). Esto incluye la responsabilidad y el privilegio que
tienen las esposas de orar por sus maridos. La oración ferviente por tu marido
es buena para él, para ti y para la salud espiritual de tu hogar (Proverbios
31:11-12).
Satanás siempre querrá
destruir a tu marido, sobre todo su carácter y su liderazgo en esa relación.
Confía en Dios y mediante la oración diaria entrega a tu marido y tú matrimonio
a la sabiduría y al amoroso cuidado del Señor.
Día
1: Ora para que tu esposo crezca espiritualmente y asuma su
responsabilidad ante el Señor. Ora para que él guarde su corazón, desarrollando
disciplina espiritual —a través del estudio y la lectura de la Biblia— la
oración, la meditación, la memorización de las Escrituras, etc. (2 Pedro 3:18;
Prov. 4:23).
Día 2: Ora para que la relación de tu marido con Dios y Su Palabra dé frutos
en su vida. Ora para que él sea un hombre de sabiduría, de inteligencia y de
temor a Dios (Proverbios 3:7, 9:10; Salmos 112:1).
Día 3: Ora para que tu esposo sea humilde y rápido en reconocer su pecado
delante de Dios. Ora para que su corazón sea sensible a la voz del Señor
(Salmos 51:2-4; Miqueas 6:8).
Día 4: Ora para que tu esposo desarrolle habilidades de liderazgo en su
relación, te proteja y provea para ti. Ora para que él te guíe sabiamente y te amé
de manera sacrificial, para que Dios sea glorificado en tu matrimonio (Efesios
5:25-29; Colosenses 3:19).
Día 5: Ora para que tu esposo sea fiel a sus votos matrimoniales. Ora para
que él tenga el deseo de cultivar la relación como una señal de su lealtad y
compromiso contigo, y como una imagen del amor de Cristo por la Iglesia
(Proverbios 20:6; Génesis 2:24).
Día 6: Ora para que tu esposo ame la justicia y aborrezca la maldad, sobre
todo los males de la cultura. Ora para que él reconozca y evite el mal en su
propia vida, y si es necesario que tome una posición clara y fuerte contra la
maldad (Proverbios 27:12; Juan 17:15; 1 Corintios 10:12-13).
Día 7: Ora para que tu esposo proteja su corazón contra las relaciones
inadecuadas con el sexo opuesto. Ora para que su corazón sea puro e indivisible
en su compromiso contigo (Proverbios 6:23-24, 26; Romanos 13:14).
Día 8: Ora para que tu esposo trabaje arduamente para mantener a su
familia, haciendo uso de su mejor capacidad. Ora para que las cualidades de
carácter necesarias para una exitosa carrera y ministerio crezcan continuamente
en él —persistencia, firmeza, fuerza, una mente analítica, capacidad de
organización, relaciones positivas con la gente, determinación, etc. (Romanos
12:11; 1 Corintios 15:58).
Día 9: Ora para que tu esposo maneje las finanzas con sabiduría, que tenga
discernimiento sobre su presupuesto, sobre las inversiones, y que sea un buen
mayordomo de su dinero en lo que se refiere a dar para la obra del Señor. Ora
para que el dinero no se convierta en una fuente de discordia en la familia
(Proverbios 23:4-5, Romanos 12:13; Hebreos 13:5).
Día 10: Ora para que tu esposo cultive una integridad sólida, y no
comprometa sus convicciones. Ora para que su testimonio sea auténtico, que sea
honesto en sus tratos comerciales, y nunca haga nada por lo que tenga que
esconderse de los demás (Proverbios 20:7; 1 Timoteo 1:5, 3:7; Efesios 6:10-12).
Día 11: Ora para que tu esposo tenga un espíritu humilde, dócil y un
corazón de siervo ante el Señor. Ora para que él escuche a Dios y desee hacer
su voluntad (Proverbios 15:33; Efesios 6:6).
Día 12: Ora para que tu esposo rinda su deseo sexual al Señor y practique
el autocontrol. Ora para que su intimidad sexual junto a ti sea fresca,
positiva, y un reflejo de amor desinteresado (Proverbios 5:15, 18; 1 Corintios
7:3; Cantar de los Cantares 7:10).
Día 13: Ora para que tu esposo aproveche sus conocimientos prácticos para
edificar su familia y tomar decisiones acertadas para el bienestar de esta. Ora
para que sirva desinteresadamente. (Gálatas 5:13; Filipenses 2:3-4).
Día 14: Ora para que tu esposo hable palabras que te edifiquen a ti y a tu
familia, y que reflejen un corazón amoroso. Ora para que él no use lenguaje
grosero o sucio (Proverbios 18:21; Efesios 4:29).
Día 15: Ora para que tu esposo elija a sus amigos sabiamente. Ora para que
Dios le traiga hombres que fomenten su responsabilidad ante Dios, y no lo
lleven al pecado (Proverbios 13:20; Proverbios 27:17).
Día 16: Ora para que tu esposo elija actividades saludables que honren a
Dios. Ora para que él no viva en la esclavitud de hábitos o aficiones
cuestionables, pero que experimente la libertad de la santidad para que se
someta al control del Espíritu (1 Corintios 6:12, 10:31; 2 Timoteo 2:4).
Día 17: Ora para que tu esposo disfrute de su hombría mientras moldea su
vida a Cristo y a la de otros hombres firmes en la fe. Ora por su fortaleza
física, emocional, mental, social y espiritual (Efesios 3:16; 1 Pedro 2:21; 1
Corintios 10:11).
Día 18: Ora para que tu esposo tenga una perspectiva eterna viviendo a la
luz de la eternidad. Ora para que él rechace los valores del materialismo y de
lo temporal y ponga a Dios primero en su vida (Mateo 6:33; Deuteronomio 6:5;
Efesios 5:16; Salmos 90:12).
Día 19: Ora para que tu esposo sea paciente y un hombre de paz. Ora para
que él no ceda a la ira, sino que permita que el Espíritu Santo controle sus
respuestas (Romanos 14:19; Salmos 34:14).
Día 20: Ora para que tu esposo rinda su mente y sus pensamientos al Señor.
Ora para que él no se entretenga con pensamientos inmorales o impuros, y que
pueda resistir la tentación de caer en la pornografía (Proverbios 27:12; 2
Corintios 10:5).
Día 21: Ora para que tu esposo aprenda a descansar en el Señor, en sus
grandes momentos de estrés, que encuentre gozo y paz en su relación con Dios.
Ora para que él presente su agenda al Señor (Nehemías 8:10; Proverbios 17:22;
Salmos 16:11).
Día 22: Ora para que tu marido practique el perdón en su relación de pareja
y con los demás. Ora para que él reconozca cualquier raíz de amargura, y rinda
cualquier resentimiento o falta de perdón al Señor (Efesios 4:32; Hebreos
12:15).
Día 23: Ora para que tu marido sea un buen padre que discipline a sus hijos
con sabiduría y los ame incondicionalmente. Si él no es padre, ora para que
encuentre a un hombre joven a quien pueda discipular en las cosas del Señor
(Efesios 6:4; Colosenses 3:21; 2 Timoteo 2:1-2).
Día 24: Ora para que tu esposo tenga una vida balanceada – Equilibrando el
trabajo y el ocio. Ora para que él reverencie a Dios, pero que también se gane
el favor de la gente que conoce en el trabajo y en la iglesia (Lucas 2:52;
Proverbios 13:15).
Día 25: Ora para que tu marido sea valiente en su posición contra el mal y
la injusticia, y que defienda la verdad. Ora para que él te proteja a ti y a tu
familia de los ataques de Satanás (Salmos 31:24; Efesios 6:13; Salmos 27:14).
Día 26: Ora para que tu esposo descubra y viva el propósito dado por Dios
para su vida. Ora para que él ofrezca todos sus sueños al Señor, y persiga sólo
aquellos objetivos que traerán la gloria a Dios (Jeremías 29:11; 1 Corintios
10:31).
Día 27: Ora para que tu esposo entienda la importancia de cuidar de su
cuerpo —como templo del Espíritu Santo— para la gloria de Dios. Ora para que él
practique el dominio propio, comiendo de forma sana y haciendo suficiente
ejercicio para mantenerse saludable (Romanos 12:1-2; 1 Corintios 6:19-20,
9:27).
Día 28: Ora para que tu marido sea un hombre de oración. Ora para que él
tenga la intención de buscar y encontrarse con Dios en momentos de tranquilidad
(1 Tesalonicenses 5:17; Lucas 22:46; Santiago 5:16).
Día 29: Ora para que tu esposo rinda su tiempo y talentos al Señor. Ora
para que sus dones espirituales se manifiesten en su carrera, en la iglesia, y
en el hogar (Efesios 5:15-16; 1 Corintios 12:4, 7).
Día 30: Ora para que tu esposo sirva a Dios y a los demás con motivos
puros. Ora para que él obedezca al Señor en su corazón, y lo glorifique en todo
(1 Corintios 10:13; Juan 7:17-18, Colosenses 3:23-24).
Día 31: Ora para que tu esposo reconozca las mentiras del enemigo en su
vida. Ora para que sus actitudes y acciones sean guiadas por la verdad, en la
medida en que él trae sus pensamientos cautivos a la Palabra de Dios (Juan
8:44; 2 Corintios 10:4-5).
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