LOS MISTERIOSOS CAMINOS DE DIOS

Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas. Isaías 45.15 Por D. Martín Lloyd – Jones. Este magnífico apóstrofe, esta exclamación de devoción y adoración, brota de los labios del profeta como resultado de la revelación que Dios le hizo de sus planes y propósitos. No registra una queja. Expresa, más bien, su asombro por los maravillosos tratos de Dios. Es imposible saber si el profeta compartía el punto de vista del pueblo en general y era culpable de la misma falta de percepción y fe, pero la respuesta de Dios a los pensamientos y murmuraciones del pueblo le deja pasmado por su magnificencia y grandeza. El estado de ánimo del pueblo se describe en términos vívidos y notables en los primeros versículos del capítulo. Estaban perplejos y confundidos, es más, estaban llenos de dudas y cuestionamientos. Todo esto, por supuesto, como resultado de la situación en que se encontraban y por los eventos que se estaban desarrollando. Además de e...