¿Por qué se nos hace tan difícil mantener el hábito de orar?.

¿Por qué se nos hace tan difícil mantener el hábito de orar? Orar es a la vida cristiana como el respirar a la vida física. Así como nadie puede vivir sin respirar, así tampoco un creyente puede vivir sin orar. Un hombre sin oración es un hombre sin Dios. En el Sal. 14 el salmista describe a los impíos como aquellos que no invocan a Dios. Así como un niño respira desde el momento en que nace, así también el cristiano ora.No obstante, no debemos pensar por esto que el orar sea una tarea sencilla. Cuando un creyente se dispone a orar una tremenda lucha comienza a librarse de inmediato en su interior, y continuará librándose hasta que termine de orar. ¿Por qué es esto así? Porque el pecado aún mora en nosotros, y continuamente nos empuja lejos de Dios.Todo deber que nos acerque a Dios encontrará resistencia en nuestro interior. En Rom. 7:21 Pablo dice: “Así que queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí”. “Precisamente cuando me dispongo a hacer el bien, el pecado q...